09 noviembre 2006

Desde que tengo conciencia nunca han surgido excepciones; la respuesta siempre apunta a lo mismo cuando la pregunta es: ¿Qué opinión se tiene de los políticos o de la clase política?, desde niño se parte casi odiando a los políticos y la gran mayoría no cambia de opinión a lo largo de la vida. Corruptos, oportunistas, mentirosos, manipuladores, amantes del poder etc., son solo algunas de las calificaciones que la mayoría de la gente da a esta “clase” de la sociedad. Yo obviamente tampoco fui la excepción y pensaba lo mismo, en realidad es difícil no pensarlo, sin embargo a medida que se conoce un poco más de todo, la opinión tiende a cambiar, por lo menos en mi caso.Creo que para dar una respuesta ente esta pregunta la mayoría de la gente analiza la respuesta desde una perspectiva demasiado baja, sin entender por ejemplo lo importante y trascendental que resultan para la vida cotidiana miles de decisiones políticas que toman justamente los políticos. Obviamente si no se tiene idea qué hacen los políticos se tiende simplemente a repudiarlos, criticar siempre ha sido lo más fácil. Sumado a esto es muy importante destacar que vivimos en una sociedad más que negativa y pesimista que destaca siempre lo negativo aunque sea una de cien. Pregunta: ¿ quién se acuerda del nombre del árbitro Chile-Camerún en Francia 98 que le anuló un gol legítimo a este último y que permitió la primera clasificación a segunda fase de Chile en un mundial (fuera del país)?. Respuesta: Nadie. Pregunta: ¿ quién se acuerda del nombre del árbitro en el mismo torneo que le cobró un penal a Chile contra Italia? Respuesta: Muchos. Es sólo un ejemplo pero por naturaleza destacamos siempre lo negativo, lo malo queda más en el consciente e inconsciente de las personas y es el mejor argumento a la hora de defender alguna posición, sobre todo cuando no se tienen muchos.Esto pasa en todo ordenes de cosas y la política no escapa a ello. Un MOP Gate, un caso sobresueldos (realmente no me acuerdo de ningún otro) son suficientes para enlodar la clase política en general. Esto no se trata de una defensa, simplemente dejar claro que las decisiones políticas engloban muchas actividades que las personas realizamos diariamente y que en su mayoría nos benefician. El contar con nuevos hospitales, escuelas, carreteras o equipos tecnológicos pasan por decisiones políticas y eso nadie lo reconoce, lo que pasa básicamente porque la gente ve sólo lo malo y porque no tiene claro lo que realmente hacen los políticos. Una sociedad sin clase política es sólo una selva más, donde impera la ley del más fuerte, sin derechos ni deberes, un caos sin fin.

Comentario de Jimena Meneses L

Bachiller en Ciencias Politicas

No hay comentarios.: